En Las Helvéticas Hugo Pratt juega con los códigos de la historieta buscando la complicidad del lector, que acabará haciéndose preguntas como ¿Quién sueña esta historia? ¿Hugo Pratt? ¿Corto Maltés? ¿El lector? ¿Y quién sueña a quién?

Corto Maltés acompaña a su amigo Jeremiah Steiner en un viaje hasta la localidad suiza de Montagnola. Allí los espera el escritor Hermann Hesse, pero también una insólita aventura en los límites de la magia, la alquimia, la leyenda y el sueño. Corto viajará hasta el umbral del ciclo artúrico en busca del Santo Grial y de todo lo que este representa.

“En ese viaje dialo- gará con imágenes medievales, sorteará a la Muerte, recitará la danza macabra de Henri Cazalis y danzará la versión musical que Saint Saens realizó de la mis- ma, con una orquesta de esqueletos. Pero también tendrá un encuentro con King Kong, y en el juego de referencias pasaremos del Medioevo a la cultura de masas contemporánea. Y en esa paradójica cohe- rencia onírica, el mundo de las sociedades secretas se mezclará, con interludios desmitificadores, con el de las libertades públicas y los derechos. Porque Las Helvéticas es un canto, con toques melancólicos, a la importancia del relato en la historia de la humanidad.” Pepe Gálvez, prólogo